Cada fin de año me gusta revisar todo lo que he vivido durante el año, hacer balance de los objetivos cumplidos y no cumplidos, reflexionar sobre lo que me ha sucedido y lo que he aprendido.

Me gusta también hacer una mirada hacia el próximo año que viene y visualizar cuál es la dirección hacia donde me quiero enfocar, decidir qué es lo que quiero dejar atrás y qué es con lo que me quedo para seguir hacia delante hacia mis metas.

Este año 2020 ha sido un año diferente, surrealista y totalmente inesperado. Ha sido, sin duda, un año de inflexión en nuestras vidas, a todos los niveles.

Ha sido un año duro, con muchos retos e imprevistos, un año que nos ha roto esquemas y nos ha dado muchas lecciones.

 

Nunca nos hubiéramos imaginado lo que hemos vivido este 2020. Aún, a día de hoy, me parece increíble todo lo que está pasando y me lleva a cuestionarme muchísimas cosas.

 

  • Lo que nos daba seguridad y estabilidad hoy se ha convertido en una incertidumbre constante y hemos aprendido a navegar las olas de este mar revuelto.

 

  • Hemos aprendido a adaptarnos a los cambios que han surgido día tras día y nos hemos sorprendido de la capacidad que tenemos de sobrellevar situaciones adversas.

 

  • La flexibilidad se ha convertido en una habilidad imprescindible para nuestro día a día y la aceptación ha sido clave para no quedarnos anclados en el pasado y a la resistencia al cambio, porque al fin y al cabo, la no aceptación es lo que genera más sufrimiento y mucha frustración.

 

  • Este año, nos ha dado la oportunidad de mirar hacia dentro debido a las horas confinadas en casa, donde hemos podido redescubrirnos, conocernos un poco más a nosotros mismos  y muchos hemos iniciado un camino hacia la reinvención personal y profesional.

 

  • Hemos entendido la importancia del aquí y ahora, de los abrazos y los besos, de lo que realmente importa y que las actividades que nos parecían tan simples y cotidianas, se han convertido en un tesoro que deseamos más que nunca.

 

Este año ha sido duro, intenso y ha dado para mucho. 

Cada persona ha vivido una experiencia personal diferente dentro de esta situación colectiva y cada persona tiene algo que aportar después de vivir este 2020. 

Como te decía, cada año me gusta hacer una reflexión antes de terminar el año y especialmente antes de acabar el 2020, te animo a hacer este ritual, para tomar consciencia de todo lo que has aprendido, lo que has logrado, lo que has descubierto y definir cómo quieres enfocar el año que viene. Siempre con flexibilidad y redirigiendo la vida siempre que sea necesario.

A continuación, comparto contigo mi ritual de fin de año. Espero que te sea útil y lo disfrutes.

 

RITUAL DE FIN DE AÑO

Reserva un ratito antes de terminar el año para hacer este ritual que te ayudará a tomar consciencia de lo vivido, valorar los aprendizajes, agradecer el lado positivo y enfocarte para el año que viene.

 Siéntate en un espacio donde te sientas cómoda,  prepara un té o un café y coge papel y boli.

Tómate tu tiempo para reflexionar, escribir y disfrutar de este momento.

 

1. Reflexiona sobre cada área de tu vida.

¿Qué puntuación darías? ¿Por qué? ¿Cómo has mejorado?Las diferentes áreas de tu vida pueden ser:

    1. Salud
    2. Profesión
    3. Desarrollo Personal
    4. Economia
    5. Familia y amigos
    6. Estilo de vida y entorno

*Puedes añadir las áreas que sean importantes para ti: Ocio, creatividad, Negocio, proyectos personales, autoestima…

 

2. ¿Qué te gustaría mejorar en cada área de tu vida?

Ahora, escribe un objetivo para cada área de tu vida.

 

3. ¿Qué te gustaría dejar atrás?

Haz una lista de aquello que ya no quieres en tu vida porque ya no te sirve o ya no va contigo: cosas, situaciones, relaciones, ciertos comportamientos, tipos de pensamiento o creencias…

 

4. Valora lo que has conseguido este año.

A veces, no somos conscientes de los propios logros o no los valoramos lo suficiente. Este año ha sido muy intenso y estoy segura que has conseguido superar obstáculos, retos o has conseguido objetivos. Reflexiona y escribe lo que has logrado. Valora tu potencial que te ha ayudado a conseguirlo.

 

5. ¿Qué lecciones has aprendido este año?

Las experiencias siempre nos traen aprendizajes, especialmente aquellas más difíciles. No dejes este año como un mal recuerdo, toma consciencia de las lecciones aprendidas y llévalas contigo.

 

6. Llega el momento de soñar.

Ahora eres más consciente de lo que has logrado este año y también sobre lo que te gustaría seguir trabajando. Es momento de ponerlo por escrito. Escribe tus sueños más grandes, no tengas miedo. Para hacer realidad un sueño, hay que empezar a planificarlo y creer que sí es posible. Te animo a escribir tus sueños y definir los objetivos del 2021 que van acercarte hacia ellos.

 

¿Preparada para el 2021? 

Si quieres recibir más ejercicios para invertir en tu desarrollo personal, suscríbete en mi Newsletter y estarás al día de mis nuevos artículos y mis novedades.

Te adelanto que estoy preparando una GUÍA GRATUITA sobre escritura personal para tu transformación personal. Si quieres recibirla en tu email, ¡suscríbete!

¡Te deseo lo mejor para el 2021!

Un fuerte abrazo,

Irene.

 

Pin It on Pinterest

Share This